Don Luis de Velasco

Don Luis de Velasco I fue el segundo Virrey de la Nueva España. Gobernó de 1550 a 1564. Nobilísimo, prudente, generoso y humanitario, fue un verdadero padre de los indígenas, a quienes eximió del rudo trabajo de las minas.

 

Solía decir que “la vida de un indio es más valiosa que la de todas las minas del mundo”. En su tiempo se descubrió el procedimiento para la amalgamación de la plata; se abrió y bendijo la Universidad, (1553); construyó el Hospital Real para los indígenas; fundó las ciudades de San Miguel El Grande e Ixtlahuaca; hizo poblar Durango y fundó la Villa de Nombre de Dios. Su mayor elogio es que cuando murió: “era de tan extremada pobreza que estaba recargado de deudas”.

 

Los indígenas le llamaron “el Padre de la Patria”.

 

Don Martín Enríquez de Almanza

Don Martín Enríquez de Almanza fue en cuarto Virrey de México, gobernó de 1568 a 1580. Bondadoso, honesto y firme, usó de todo su tacto para borrar la pésima impresión dejada por las crueldades del Visitador Muñoz.

 

Desalojó del golfo a los ingleses; combatió a las tribus bárbaras del Norte; fundó poblaciones, escuelas y conventos; comenzó a edificar la catedral; edificó la parroquia de S. Pablo; el Santuario de Los Remedios y el convento de Santa Clara; estableció la “Ley de Tanda” que consistía en que los indígenas que hubieran trabajado en una obra fuesen substituidos por otros y no volviesen a trabajar hasta pasado un año. En su tiempo y por Cédula Real se estableció el Tribunal de la Inquisición.