Doña Josefa Ortiz de Domínguez, patriota mexicana y heroína de la Independencia de México, pasó a la historia por ser una mujer valiente que arriesgó su vida, cuando informó que la conspiración independentista de Querétaro, había sido descubierta.
Gracias a este suceso, el Padre Miguel Hidalgo dió inicio a la lucha de la independencia en la madrugada del 16 de septiembre de 1810. Sin este significativo aviso, la lucha de independencia, hubiese sido descubierta y todos los iniciadores no hubieran logrado su principal cometido, pelear contra el yugo de la Corona Española.
María de la Natividad Josefa Ortiz Girón es mejor conocida como Doña Josefa Ortiz de Domínguez, la Corregidora de Querétaro. Fue hija de los españoles Juan José Ortiz y María Manuela Girón. Nació en Valladolid, hoy Morelia, en 1768.
Creció en la Ciudad de México, pues sus padres murieron cuando ella era muy pequeña, quedando bajo la tutela de su hermana mayor María Sotero, quien solicitó al Colegio de las Vizcaínas, un lugar para su hermana y se le concedió por ser criolla, es decir, hija de españoles pero nacida en la Nueva España.
Siendo alumna del colegio, conoció a , quien era viudo y visitaba muy a menudo el colegio. Se enamoraron y se casaron en secreto en 1791, tuvieron 14 hijos. Miguel Domínguez era secretario de la Real Audiencia y posteriormente, en 1802, fue nombrado Corregidor de Querétaro, así que se establecieron en dicha ciudad. Se dice que rápidamente se ganaron la simpatía de la sociedad queretana de la época, integrándose así a diferentes grupos sociales.
Cuenta la historia que Doña Josefa estaba en total desacuerdo con el abuso que los “gachupines”, españoles naturales, ejercían sobre los criollos, pues los consideraban ciudadanos de segunda clase por no haber nacido en la península europea.
Se identificó siempre con los problemas sociales de los criollos, pues se les relegaba a puestos secundarios en la administración pública y el ejército. Durante toda su vida intentó que se reconocieran los derechos de los indígenas y además, aprovechando su posición de Corregidora, realizó numerosas obras de caridad.
La Corregidora de Querétaro fue una pieza clave para el inicio de la lucha de independencia al participar activamente en la conspiración de Querétaro, que era un movimiento clandestino con el que comenzó la lucha armada por la independencia de la corona española.
Su principal objetivo era constituir una junta de gobierno que tomara el poder y por ello abrió las puertas de su casa para realizar falsas tertulias literarias, que más bien eran de reuniones de carácter político en las que se tomaban decisiones para iniciar el movimiento independentista. A estas reuniones también acudían algunos de los más famosos revolucionarios que participaron el la primer etapa de la lucha.
El pasaje más reconocido en la vida de Doña Josefa Ortiz, fue cuando el 13 de septiembre de 1810, se descubrió que algunos simpatizantes del movimiento revolucionario estaban almacenando armas en sus casas. Inmediatamente se dio aviso al Corregidor para que interviniera en el asunto y encarcelara a los revoltosos.
El Corregidor Miguel Domínguez, al tanto de las reuniones clandestinas en las que participaba su esposa, decidió informarle que la conjura había sido descubierta y para protegerla, decidió encerrarla en su habitación, ya que conocía su tenacidad y sabía que iría inmediatamente a dar aviso a sus amigos. Pero Doña Josefaelaboró una nota con recortes de periódicos para que no identificaran su letra, tocó con sus tacones el suelo de su habitación para llamar la atención y de este modo pudo entregarle la misiva al alcaide Ignacio Pérez, quien a su vez se la hizo llegar al padre Miguel Hidalgo.
Tras la notificación, el padre Miguel Hidalgo decidió adelantar el levantamiento a la madrugada del 16 de septiembre de 1810 pues estaba previsto para el 1º de octubre del mismo año.
El cura convocó a los fieles para luchar por un gobierno más justo. El llamado de Hidalgo tuvo éxito, pues la mayoría de los que se sumaron a la lucha eran víctimas de las pésimas condiciones de vida y las tremendas desigualdades sociales.
Gracias al aviso de la Corregidora, muchos conspiradores pudieron escapar antes de ser detenidos, sin embargo ella misma fue víctima de la traición del capitán Arias el 14 de septiembre.
Fue detenida y trasladada a la Ciudad de México en donde se le celebró un juicio en el que fue declarada culpable de traición. Se le recluyó en varios conventos pero finalmente en junio de 1817, su esposo pudo liberarla.
Ya consumada la Independencia Agustín Iturbide, quién se proclamó emperador, la invitó a ser parte de la corte y ella rechazó el nombramiento de dama de honor de la emperatriz, pues consideraba que el Imperio era totalmente contrario a los ideales por los que se había luchado en la Guerra de Independencia. Tampoco aceptó ninguna recompensa por sus servicios a la insurgencia.
Murió a los 61 años en la Ciudad de México el 2 de marzo de 1829. Sus restos fueron trasladados a la Cd. de Querétaro y fueron depositados, junto con los de su marido, en el Panteón de Queretanos Ilustres.
Chela Orozco