Durante la declaración del Plan de Iguala, Iturbide llevaba una bandera con tres colores, blanco, verde y rojo, colocados en franjas diagonales y una estrella dorada en cada color. Las garantías que representaba Iturbide las plasmó en la bandera, el blanco representaba la religión católica, la cual era la única aceptada, el verde la Independencia de México de España y el rojo la igualdad y la unión de los mexicanos con los españoles y las castas.


Cuando el Ejército Trigarante llegó a México, Agustín de Iturbide portó la Bandera y proclamó con esta la Independencia de México.

Durante su imperio, la bandera sufrió algunas modificaciones, las franjas se volvieron verticales y por primera vez se colocó a un águila coronada en el centro de la misma.

 

Después de la caída de Agustín de Iturbide en 1823, el Congreso Constituyente declaró que se adoptara la bandera de tres colores como bandera oficial pero con algunos cambios.

Al águila se le quitó la corona imperial y se representa con las alas abiertas y al pie de la misma, se le colocaron ramas de laurel y encino.

También se cambió el significado de los colores en los cuales el blanco representa la pureza, el verde la esperanza y el rojo la sangre que derramaron los héroes de la independencia.