Quetzalcóatl entonces les enseñó a los toltecas como tostar los granos, molerlos y después batirlos con agua para así obtener una rica bebida que el día de hoy conocemos con el nombre de chocolate.
Los toltecas se convirtieron en hombres poderosos gracias a la bebida tan sabrosa y energética.
Pero cuando los dioses supieron todo lo que habían logrado los toltecas gracias al chocolate, que Quetzalcóatl les había robado, su ira y la envidia que sintieron fue tan grande que juraron vengarse de Quetzalcóatl y de los toltecas, ya que ellos no podían tolerar que una bebida de dioses fuera consumida por ellos.
Al pasar los días, Tezcatlipoca, enemigo de Quetzalcóatl, se transformó en un comerciante de pulque. Éste se acercó a Quetzalcóatl y le ofreció pulque, asegurándose que esta bebida de tan buen sabor, le podía quitar cualquier malestar o pena que tuviera.